martes, 29 de diciembre de 2009

Principios de algunos de mis libros prefes...

Noche. Noche encantada. Noche dolorosa. Noche insensata, magina y loca. Y luego más noche. Noche que parece no acabar nunca, noche que, sin embargo, a veces pasa demasiado rápido, estas son mis amigas, que demonios…fuertes, son fuertes. Fuertes como las olas.

Perdona si te llamo amor (Federico moccia)

La tormenta se desató a media noche. Oscuros nubarrones surcaron el cielo, ocultando las estrellas. Las rachas crecientes de viento congelaban mis sentidos mientras el pelo no dejaba de revolotear en mi frente.

Adición (Claudia Grey)
«Cathia tiene el mejor culo de Europa»
El grafito brilla con toda su desfachatez sobre una columna del puente de la avenida Francia.


A tres metros sobre el cielo (Federico Moccia)

Estaba segura de que era un sueño en un noventa y nueve por ciento las razones de esas certezas casi absolutas eran, en primer lugar, permanecía en pie recibiendo de pleno un brillante rayo de sol…


Luna Nueva (Estephanie Meyer)

Tom estaba construyendo una casa en un gran valle, al pie de la empinada ladera de una colina y junto a un burbujeante y limpio arroyo.


Los pilares de la tierra (Ken Follett)

lunes, 14 de diciembre de 2009

Comparación de artículos

El artículo que he escogido es el de Domi del Postigo publicado en la Opinión de Málaga.

El texto se titula Enrique está sólo, en él Domi hace una dura crítica a la importancia que la sociedad impone a las apariencias; en el artículo, el escritor critica a la sanidad española, a los diferentes partidos políticos y a la sociedad en general. El artículo relata las numerosas dificultades que encuentra un pobre anciano enfermo para ser trasladado desde la sala de urgencias hasta su casa, un relato desgarrador que no deja indiferente a nadie.

Me ha gustado este texto porque las palabras del escritor narran una historia fácil de imaginar, utiliza un lenguaje muy claro, conciso y escoge las palabras perfectas para transmitir la cruda realidad de muchas personas en nuestro país, pero al mismo tiempo transmite una cierta ternura o comprensión que hace que te llegue a tocar la fibra sensible.

Las diferencias que he encontrado en relación al texto de Antonio Gala son varias. En primer lugar, el vocabulario que utiliza me resulta muy complicado de entender, además, el texto que ha trabajado no es un tema cercano a mi persona por lo que posiblemente ese sea uno de los grandes motivos por lo que no me ha llegado como el de Domi.

En cuanto a las diferencias con el de Arturo Pérez-Reverte, el vocabulario es muy campechano o fácil de entender, pero el tema me parece poco interesante aunque admirable; en resumen, sencillamente no me ha gustado tanto como el de Enrique está sólo.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Artículo de opinión

Son las siete de la mañana de un lunes, cuyo termómetro dicta los seis grados centígrados en el caprichoso invierno malagueño. Estoy reventada, he estado todo el fin de semana trabajando en un curro temporal por el que me pagan un sueldo insultante, pero soy estudiante y tengo que callar; por no hablar del trabajo en el que cuatro niñas monas tenemos que ir dando patinazos durante ocho horas, intentando colar un folleto que no interesa a nadie, porque en ese papel no regalan nada sino al revés te intenta de vender.

En mi viaje rutinario en el autobús de camino a la facultad y entre el calorcito de las decenas de sobacos que me acunan, me pongo a reflexionar sobre las diferentes personas a las que les he entregado ese maldito panfleto y sus diversas reacciones. En primer lugar están las mujeres, da igual jóvenes, de mediana edad o ancianas, casi todas tenían la misma reacción, «intento huir de ti para que no me lo coloques», aunque también debo decir que algunas me lo cogían con una amable sonrisa.

En cuanto a los hombres, esto sí que era digno de un estudio sociológico, daba igual adolescentes, jóvenes, maduros o viejos, todos se te acercan con una sonrisa picarona y si te podían entablar conversación, pedirte el número de teléfono o echarte un piropo lo hacía y cuando te dabas la vuelta tiraban el panfleto.

Entonces me paro a pensar…esta maldita empresa no nos está contratando para que repartamos su publicidad, sino que no está contratando para atraer la atención del cliente y si de camino se leen el panfleto pues eso que ganan. Llegar a esta concusión me mosquea más que el sueldo que me pagan, porque a mí y a mis compañeras nos están utilizando como un cartel luminoso al que se le pegan los moscardones.

Así va el mundo y concretamente España, donde todo se mueve por la apariencia y la fachada. Un país en el que sus principales partidos políticos utilizan la figura de la mujer en sus gobiernos como un reclamo publicitario posando ligeras de ropa como mi amiga Soraya en los periódicos y revistas de mayor tirada nacional.

«Estamos avanzando», «la mujer tiene cada vez más derechos y libertades»... «mentiras»

Si la mujer tuviera todos los derechos que se merece, tendría una igualdad de sueldos, no tendría que esperar hasta los cuarenta años para tener sus hijos por miedo a ser despedida del trabajo, tendría más cargos en los trabajos, no sería acosada sexualmente por sus compañeros, se escucharía su opinión…

Así que vamos a dejarnos de engaños “bobos” y vamos a ser conscientes de lo que tenemos y de la realidad en que vivimos…así podremos luchar por nuestros derechos y libertades que es al fin y al cabo lo que nos va a ayudar en la vida y ponernos en el mismo nivel que nuestro género amigo.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Resumen de Juan Cacho o un cacho de Juan.



El protagonista de esta historia se llama como el propio título del libro “Juan Cacho”, él es un treinta añeros, soltero, sin trabajo, emancipado y sin novia, ni rumbo. La historia se desarrolla en las calles de Málaga durante un largo verano, en el que Juan comienza a trabajar, como cada verano, en la academia “La Milagrosa”, allí conoce a una joven muchacha llamada Milagros, a la que imparte clases de económicas, apenas sin darse cuenta se siente especialmente atraído por aquella misteriosa joven de ojos verdes.


Por otro lado, Cacho se encuentra rodeado de un círculo de amigos-vecinos-jefes muy raros y pintorescos. Esta Vicente, el “dedos”, su amigo de la infancia al que le atraen los hurtos sigilosos y a los que Juan podrá remedio acogiéndolo en su propia casa para poder reformarlo; después está Angelito, su joven vecino al que le da clases particulares por las tardes, aunque más que clases son terapias de problemas adolescentes, porque Ángel está locamente enamorado de una compañera de su instituto, pero su vergüenza no le permite confesarle sus sentimientos por lo que Juan y Ángel se las ingeniarán para poder lograr encuentros y desencuentro entre ambos. También nos encontramos con Nieves la hermana de Ángel y vecina de Juan, ésta tiene la misma edad que Cacho y está enamorada de Juan (pero éste ni se entera), una serie de extrañas situaciones le hará acercase cada día más al protagonista hasta que se ven involucrados en unos de los asesinatos más misteriosos y difíciles de resolver de la historia Malagueña.
Además, están Odón Camuñas, su vecino de la planta de abajo, temiblemente inteligente y profesor particular de la joven Milagros y Julio Calahorra, directo de la academia “La Milagrosa” y jefe de Juan.


Un día en una reunión de comunidad, todos los vecinos fueron testigos de la repentina muerte de Remedios la mujer de Odón el presidente de la comunidad y ese mismo día Cacho descubrió escondidas en el despacho de Odón numerosas revistas porno y películas un tanto sospechosas; tras el entierro de Remedios, Nieves descubrió que el señor Camuñas no estaba tan triste como se cabía esperar por lo que puso en alerta sus sospechas de que el fallecimiento de Remedios no había sido casualidad. Al mismo tiempo, Juan tuvo un encuentro-desencuentro sexual con Amparo, de la que no volvió a saber nada desde que los descubriera Vicente realizando el acto sexual en la ducha.


Para acallar los rumores de Nieves Juan propuso robar las cintas de vídeo del señor Camuña y comprobar que éste no escondía nada raro, para su sorpresa descubrió que en el material visual se encontraban grabaciones ocultas de jóvenes mientras realizaban sus necesidades en un baño público y a su vez, éste se grababa a él mismo manteniendo relaciones sexuales con diversas jovencitas, entre la que se encontraba para sorpresa de Juan, su Amparo. Por otro lado, en una repentina obra en la academia “La Milagrosa” se descubre que el señor Julio Calahorra tenía oculta una webcam en el cuarto de baño, el cual era el mismo que aparecía en los videos del señor Camuñas, tras numerosas investigaciones y unión de pruebas, Juan Cacho descubre una importante trama en la que su inteligente vecino había asesinado a su mujer delante de todos para no levantar sospechas, así como Calahorra y éste estaban envueltos en un delito contra la intimidad pública al grabar a las muchachas y difundir los vídeos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Prólogo desde una mirada femenina

Con el señor Cacho me ocurre una cosa curiosa, cuando empecé a leer las dos primeras páginas, pensé que ese era el prototipo de hombre al que había detestado toda mi vida (espeso, gruñón, desordenado, sin rumbo) pero una vez que avanzas en el libro me he dado cuenta que detrás de ese aspecto que tanto me repugna se encuentra un hombre del que podría incluso llegar a enamorarme, si no tuviera novio claro; es comprensible, educado (cuando tiene que serlo), enamoradizo, etc.

Creo que la historia de Juan es incluso trasladable al género femenino pero con matices muy varoniles. Muchas mujeres de hoy día están en la treintena y todavía no saben el rumbo que van a coger sus vidas, creo que las mismas inquietudes que tiene Juan las tienen muchas personas hoy en día, pero con la suerte de que él tiene trabajo por lo menos en verano.

Personalmente, debo decir que el libro me ha encantado, y no es por vender la moto, sino porque me siento muy identificada con el personaje, al ser un libro escrito por un malagueño es la primera vez que leo en un libro expresiones que siempre me decía mi abuelo y que por desgracia ya no las escucho; es un libro que me ha trasladado y sentido las calles de Málaga, que me ha hecho reír desde la presentación del autor, que me ha hecho reflexionar desde el primer párrafo, que me ha sorprendido con las situaciones extremadamente extrañas en las que en ocasiones se ve envuelto mi amigo; pero sobre todo he encontrado lo que busco en cualquier libro: entretenimiento.

En mi experiencia lectora tengo que decir que todo libro que me he leído es porque me lo han recomendado, me gusta que alguien me venda los libros, así se que si a alguien le ha gustado tengo menos probabilidades de equivocarme, que si voy a la librería y cojo uno al azar, y por lo que respecta a Juan Cacho o un cacho de Juan, se lo recomiendo a todo aquel o aquella que esté buscando un poquito de lo que he comentado anteriormente.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Actividad 2. Microrrelato...


De repente me encontraba en aquel acantilado, aquel sitio al que tanto temía y me atormentaba.

Sabía que si daba un paso al frente caería por el precipicio y ese sería el final de mi existencia, pero si daba un paso atrás sería deborada por aquella fiera cargada de odio y dolor.
Que pena...veía como todos mis sueños se iban rompiendo como un delicado papel de seda, ser libre, feliz, formar una familia, notar que alguien me quiere, que me cuida...pero ¿Qué puedo hacer? la gente habla pero no entienden nada , hasta que no lo vives no puedes comprenderlo.

¡Pam!¡pam!¡pam! ¡levánta maldita zorra y prepárame el maldito desayuno!

Sabía que aquel día era mi momento, tenía que despertar y salir corriendo, estaba cansada de sus golpes, de sus gritos, de su desprecio; no puedo más, estoy asfixiándome y sólo yo tengo el remedio, cuando esté entretenido correré hasta la comisaría y lo voy a denunciar y lo van a encerrar...porque necesito ser libre, necesito ser feliz, quiero ser feliz, pero sobre todo...me merezco ser feliz.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Actividad 1. Corregir el texto.

Texto original:

Un hombre el cual se le perdió su hija que era India. No sabía si la habían secuestrado o se la habían llevado su mujer, pero la desesperación era grandisima. Al final, se la encontraron muerta en un desván.

Texto corregido:

Un hombre, al que se le perdió su hija que era india, no sabía si la habían secuestrado o se la había llevado su mujer, pero su desesperación era grandísima. Al final, se la encontraron muerta en un desván.